Este trastorno bucal, silencioso pero persistente, afecta más a las mujeres y aún no tiene una causa clara ni tratamiento específico.
¿Alguna vez ha sentido un ardor constante en la boca sin haberse quemado, sin llagas ni heridas visibles? Si la respuesta es sí, podría estar enfrentando una condición poco conocida, pero más común de lo que se cree entre personas mayores: el síndrome de la boca ardiente (SBA), también llamado glosodinia.
Aunque puede sonar anecdótico o incluso extraño, el SBA es una afección real que genera una sensación de quemazón o escozor en zonas como la lengua, el paladar, las encías o los labios, sin que haya una causa aparente. No se trata de una molestia pasajera. Para quienes lo padecen —mayormente mujeres mayores de 50 años— puede convertirse en una experiencia diaria incómoda y, muchas veces, desconcertante.
Ardor sin señales visibles
Una de las características más frustrantes del SBA es que no hay señales físicas que lo delaten. Quien lo sufre puede sentirse mal, pero al acudir al dentista o al médico, todo parece “normal”. Esta ausencia de lesiones visibles y de un diagnóstico certero puede prolongar el malestar y retrasar la atención adecuada.
Entre los síntomas más comunes se encuentran:
- Sensación constante o intermitente de ardor o escozor en la boca.
- Alteraciones del gusto, como sabor metálico.
- Boca seca, incluso al beber líquidos.
¿Por qué sucede?
La ciencia aún no tiene una respuesta definitiva, pero se reconocen dos tipos de SBA:
- Primario: cuando no se detecta causa clínica alguna. Se cree que está relacionado con problemas en el sistema nervioso o con alteraciones en la percepción del dolor.
- Secundario: cuando el ardor es resultado de otra condición, como deficiencias de hierro o vitaminas del complejo B, problemas hormonales, diabetes o reacciones a medicamentos.
Algunos estudios sugieren una relación con la menopausia, ya que es más frecuente en mujeres entre los 50 y 70 años. Se estima que afecta a entre el 0.4 % y el 4.5 % de la población general.
¿Tiene cura?
Lamentablemente, el síndrome de la boca ardiente no tiene cura. Pero sí existen formas de aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.
Recomendaciones médicas incluyen:
- Evitar enjuagues bucales con alcohol o productos irritantes.
- Reducir el consumo de tabaco, alcohol y alimentos muy picantes.
- Evaluar y corregir deficiencias nutricionales.
- En algunos casos, se ha observado mejoría con el uso de medicamentos como clonazepam, gabapentina o ciertos antidepresivos.
La importancia del diagnóstico oportuno
El SBA es un diagnóstico de exclusión, lo que significa que primero deben descartarse otras causas. Aquí el médico de atención primaria juega un papel clave. También puede ser necesario acudir a especialistas como neurólogos, endocrinólogos o dentistas especializados en medicina oral.
Además del aspecto físico, esta condición puede tener efectos emocionales. No entender qué sucede o no encontrar alivio puede derivar en ansiedad, estrés o depresión.
Conclusión: Aunque poco conocida, la glosodinia es una condición real y compleja que afecta mayormente a personas mayores. No es peligrosa, pero sí puede alterar profundamente el bienestar. Reconocer sus síntomas y acudir a un profesional son los primeros pasos para manejarla y mejorar la calidad de vida.