La medida busca que los medicamentos en EE. UU. cuesten lo mismo que en otros países desarrollados; adultos mayores y beneficiarios de Medicaid serían los principales beneficiados
En un nuevo y polémico movimiento político, el expresidente Donald Trump ha lanzado una ofensiva directa contra las principales farmacéuticas del mundo, exigiéndoles que reduzcan el precio de los medicamentos en Estados Unidos. Trump, quien busca regresar a la Casa Blanca en las próximas elecciones, envió cartas a 17 multinacionales del sector, reclamando un “compromiso vinculante” para que los precios estadounidenses se alineen con los que se pagan en otras economías avanzadas.
“Lo único que aceptaremos de las farmacéuticas es un compromiso que alivie a las familias estadounidenses de los precios inflados de los medicamentos”, escribió Trump en su red TruthSocial, dando un plazo de 60 días para recibir respuestas concretas.
Las farmacéuticas en la mira
Las empresas receptoras de la carta incluyen gigantes como Pfizer, Merck, Johnson & Johnson, AstraZeneca, Sanofi, GSK, Amgen, Eli Lilly y Novartis, entre otras. Todas son responsables de fabricar medicamentos esenciales para enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, cáncer y Alzheimer, muchas de las cuales afectan de manera significativa a la población de adultos mayores.
Trump propone que estas empresas ofrezcan a todos los pacientes de Medicaid —el programa de salud para personas de bajos ingresos— los llamados precios de “nación más favorecida”, es decir, los precios más bajos que ya aplican en otros países como Alemania, Canadá o el Reino Unido. Además, exige que esta política se extienda también a los nuevos medicamentos que entren al mercado.
“Cooperan o actuamos”
En su carta a los ejecutivos, el exmandatario advirtió que, de no colaborar, su administración “desplegará todas las herramientas de su arsenal” para proteger a las familias estadounidenses de lo que considera prácticas abusivas en los precios.
La propuesta representa una continuación de sus esfuerzos durante su primer mandato, cuando impulsó medidas similares, algunas de las cuales fueron bloqueadas en tribunales. No obstante, el tono de esta nueva acción es más directo, con un lenguaje de confrontación que recuerda su estilo de gobierno.
¿Qué impacto tendría en la población mayor?
El alto costo de los medicamentos ha sido una de las principales preocupaciones de los adultos mayores en Estados Unidos y Puerto Rico. Muchos, incluso con cobertura de Medicare, enfrentan gastos significativos por medicamentos esenciales. De acuerdo con un análisis de Kaiser Family Foundation, más de 1 de cada 4 adultos mayores ha dejado de tomar al menos una receta médica debido a su alto costo.
De implementarse la propuesta de “precio internacional de referencia”, los adultos mayores con condiciones crónicas podrían ver una reducción significativa en el gasto mensual en medicamentos.
Puerto Rico, aunque forma parte de EE. UU., enfrenta desafíos adicionales. Los beneficiarios de Medicare en la isla reciben menos fondos federales per cápita que los del resto del país, y la cobertura de medicamentos es limitada, lo que hace aún más urgente cualquier medida que reduzca costos.
Reacciones divididas
Organizaciones de defensa del consumidor han respaldado la iniciativa. Por su parte, la industria farmacéutica ha respondido con cautela. Aunque aún no hay una declaración oficial conjunta, algunas compañías han señalado que el precio de los medicamentos refleja la inversión en innovación y desarrollo, y que imponer techos de precios podría afectar la capacidad de investigación de nuevos tratamientos.