A bordo de su velero Nereida, esta matemática reconvertida en navegante logró una hazaña histórica, circunnavegó el mundo en solitario, sin escalas y sin asistencia, a los 77 años.
Jeanne Socrates nació en Inglaterra en 1942 y fue profesora de matemáticas hasta su jubilación. A los 48 años, tras la muerte de su esposo George en 2003, decidió aprender a navegar para sobrellevar el duelo. Lo que empezó como un refugio se transformó en una pasión que la llevó a reinventarse día tras día.
La travesía que la consagró
El 3 de octubre de 2018, Jeanne zarpó desde Victoria (Canadá) en su Najad 380 llamada Nereida, con la meta de realizar una circunnavegación en solitario, sin escalas y sin ninguna asistencia, atravesando los cinco grandes cabos del océano Austral. Tras 339 días en alta mar —entre tormentas, averías y soledad absoluta—, regresó el 7 de septiembre de 2019 al mismo puerto que la vio partir.
Con ello, a sus 77 años, se convirtió en la persona de mayor edad en completar una vuelta al mundo de esta forma, y aún hoy mantiene el récord como la mujer más longeva en lograrlo pasando por los cinco grandes cabos. Aunque en 2020 Bill Hatfield superó el récord de persona mayor, Jeanne conserva el logro más exigente: hacerlo via los Five Great Capes, sin ayuda y sin escalas.
Reconocimientos merecidos
Su valentía y maestría náutica fueron reconocidas con prestigiosos galardones: la Blue Water Medal del Cruising Club of America, la medalla por Seamanship del Royal Cruising Club y el Barton Cup del Ocean Cruising Club, todos en 2013. En 2020 fue elegida miembro honoraria del Ocean Cruising Club y del Royal Lymington Yacht Club, además de recibir el Duchess of Kent Trophy por segunda vez.
También fue honrada en Victoria: la autoridad portuaria nombró un muelle del inner harbour como «Jeanne Socrates Dock» en reconocimiento a su partida y regreso memorables. Más recientemente, en 2023, fue incorporada al Cape Horn Hall of Fame, por sus múltiples rondas en solitario al Cabo de Hornos.
Un mensaje más allá del océano
Jeanne siempre ha insistido en que su meta no era establecer récords, sino demostrar que la edad no es un límite. Durante su travesía, enfrentó tormentas, averías (como en el piloto automático o el plotter), condiciones extremas y largos periodos de soledad, apoyándose solo en sus conocimientos, fortaleza mental y amor por el mar.
Hoy es una figura internacional en la vela y un símbolo de inspiración para quienes sienten que «ya es tarde» para comenzar algo nuevo. Su historia reescribe los límites de la experiencia y el coraje humano.