Expertos insisten en que la calidad del sueño es clave para cuidar el cerebro y la salud general en la tercera edad
Dormir bien no es solo una cuestión de descanso. En la etapa de la vejez, el sueño se convierte en un aliado fundamental para proteger la memoria, mantener el cerebro activo y preservar la salud general. Investigaciones recientes, como las realizadas en la Universidad de Harvard, han demostrado que la duración y la calidad del descanso nocturno influyen directamente en la calidad de vida de los adultos mayores.
Un riesgo silencioso
Los especialistas advierten que dormir poco o de manera irregular puede alterar el sistema inmunitario del cerebro y acelerar el deterioro cognitivo. Este mal descanso afecta la microglía —células que protegen al cerebro— y está relacionado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como la demencia o el alzhéimer.
Los datos son contundentes: dormir seis horas o menos de manera constante aumenta en un 30% el riesgo de deterioro mental en comparación con quienes mantienen un promedio de siete horas de sueño cada noche.
Hábitos que marcan la diferencia
Ante este panorama, los expertos subrayan que el sueño debe ser tratado como una prioridad en la salud de los mayores. No se trata únicamente de la cantidad de horas dormidas, sino también de su calidad. Algunas recomendaciones básicas incluyen:
- Mantener horarios regulares para acostarse y levantarse.
- Crear un ambiente propicio: silencioso, oscuro y con temperatura adecuada.
- Evitar comidas copiosas o cafeína en la tarde y noche.
- Reducir las siestas prolongadas.
- No permanecer demasiado tiempo en la cama si no se logra conciliar el sueño.
Además, se sugiere disminuir la exposición a pantallas electrónicas antes de dormir, realizar actividad física ligera durante el día —preferiblemente en la mañana— y adoptar rutinas relajantes como leer, escuchar música tranquila o practicar respiración profunda antes de acostarse.
Seguridad también de noche
Más allá del descanso, las instituciones de salud, como el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos, recomiendan atender la seguridad dentro del hogar durante la noche. Entre las medidas más efectivas están instalar detectores de humo, colocar lámparas accesibles junto a la cama y retirar alfombras o cables que puedan provocar caídas al levantarse de madrugada.
Dormir para vivir mejor
El mensaje de los especialistas es claro: envejecer de manera saludable también depende de cómo dormimos. Priorizar el descanso nocturno no solo brinda energía para el día a día, sino que contribuye a mantener la memoria activa, el cerebro protegido y una mejor calidad de vida en los años mayores.