Gracias a la motivación de sus hijas y al apoyo incondicional de su esposa, Nino Correa encontró en las redes sociales una nueva forma de seguir ayudando al pueblo en tiempos de emergencia
Por: Ana Enid López
Especial para La Alianza
Nino Correa Filomeno acepta que, cuando anuncian que viene una tormenta o recibe algún aviso de que se perdió un adulto mayor, siente un apretón en el corazón y el impulso de salir corriendo a unirse a los equipos de rescate. Luego respira, recuerda que su rol ha cambiado y reconfirma que, en esta etapa de su vida, la manera más eficaz de seguir ayudando a quien lo necesite es a través de la difusión de sus conocimientos.
Luego de 42 años trabajando en el servicio público —los últimos cuatro de ellos como comisionado del Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD)— para este veterano rescatista no fue fácil apartarse de esa faceta en julio pasado. Pero su familia llegó a su rescate para impulsarlo a buscar nuevas formas de compartir su experiencia y así continuar con lo que considera su misión de vida: “ayudar al prójimo”, como le enseñó su mamá.
“Un día estaba hablando con mi familia de que iba a retirarme y que tenía que buscar alguna forma de seguir llevando mi mensaje. Entonces mis hijas me dicen que podía hacer unas cápsulas informativas en las redes y se les ocurre la idea de grabar un video conmigo para subirlo y ver cómo reaccionaba la gente. Fue algo bien informal, un jueves por la noche en el patio de casa, y ellas lo subieron al día siguiente en Instagram y en Facebook. Al rato me llama mi esposa y me dice que en 20 minutos el video ya tenía 50,000 views, y yo dije: ‘¡Wow, qué bueno que mucha gente lo está viendo!’. Pero el sábado los medios de noticias lo reseñaron y, en menos de 24 horas, el videíto se volvió viral con más de 1.3 millones de views. Todos estábamos emocionados y contentísimos con ese resultado, porque nos dimos cuenta de que este era el canal ideal para que yo siguiera comunicándome con tanta gente que, al parecer, estaba esperando este tipo de contenido para hacer sus propios planes de manejo de emergencias”, relata Nino, quien desde entonces presenta cápsulas informativas todos los jueves a través de sus páginas Nino Correa Oficial (Facebook) y @ninocorreaf (Instagram).
A raíz de ese exitoso debut en las redes sociales, otras puertas se abrieron para él en el mundo de las comunicaciones, como la oportunidad de unirse como colaborador al equipo de Telenoticias, por Telemundo, canal que describe como “mi casa”, pues ha trabajado mano a mano con Raymond Arrieta desde que iniciaron sus caminatas por la isla a beneficio de los pacientes de cáncer. Además, se ha sumado como portavoz de varias campañas educativas sobre prevención de desastres y ofrece servicios de consultoría.
A sus 60 años recién cumplidos, a Correa Filomeno le ha sorprendido de manera positiva el poder que tienen las redes sociales y el contacto directo que puede mantener con la gente, que constantemente le pide consejos y recomendaciones.
“La experiencia es algo que no sirve de nada si no la compartes. Esto no se trata de tener fama o de pauta, se trata de ser útil para los demás, sin protagonismos. Muchas de las cosas que me han pasado y la deferencia que tiene la gente conmigo yo no las he buscado. En lo que me he enfocado siempre es en hacer mi trabajo junto a un equipo, porque esto no lo hace uno solo. Hay muchas personas, hombres y mujeres, que están dispuestas a hacer lo que sea necesario por nuestro país. A todos los he tratado siempre con mucho respeto y eso, para mí, es la satisfacción más grande. Para mí eso es suficiente”, dice con humildad este servidor, quien cuenta con una maestría en administración de empresas, con concentración en gerencia, y con dos doctorados Honoris Causa, uno otorgado por la Universidad de Puerto Rico y otro por la Caribbean University.
Feliz de ser abuelo
Habiendo sido parte de una familia compuesta por 10 hermanos, criados por una madre “que le tocó también ser papá”, Nino Correa valora el poder contar con más tiempo para compartir con su esposa, Yadira Aquino; con las hijas de ambos, Alai Cherie e Idianis Correa; con Yarely y Yadelmary Rodríguez Aquino; y con la reina del hogar: su nietecita de tres años, Amelya Alejandra.
“Después que tú cuentes con el apoyo de tu familia, todo es posible. Estar en mi casa con ellos, a quienes por tantos años tuve que dejar para irme a ayudar a otras familias, pero con esa preocupación de que estuvieran bien, es una bendición. Aunque cada una de mis hijas tiene sus propias carreras e intereses, el poder tener un proyecto con ellas en las redes me hace sentir superbién. Y Amelya Alejandra me tiene loco, de verdad. Ella me encanta porque me dice ‘Abu Nino’… cuando llega a la casa, toda la atención es para ella”, confiesa con gran emoción este aficionado de autos antiguos, que ahora también tiene tiempo para disfrutar de un buen chinchorreo los fines de semana.
Exhorta a revisar el plan familiar en la temporada pico de los huracanes
En la temporada pico de huracanes en la isla, a Nino Correa le preocupa mucho la seguridad de los adultos mayores. Su mejor consejo, tanto para ellos como para sus cuidadores, es preservar la calma antes, durante y después de un fenómeno atmosférico.
“Lamentablemente, muchos adultos mayores no se sienten física o emocionalmente preparados para hacer un plan. Por eso es tan importante que estas personas refuercen ese deseo de vivir y mantenerse de pie. Eso te lo provee la calma, independientemente de la edad. Uno se prepara lo más que puede, hasta cierto punto, porque ningún evento es igual que otro y no se puede predecir lo que va a pasar o a lo que vamos a tener que reaccionar. Por eso es necesario hacer ese plan, que incluya agua, alimentos y medicamentos, sobre todo si se trata de personas encamadas o que requieren ciertos equipos médicos. Hay que comunicar todas esas necesidades para que no nos sorprendan, para que, en caso de emergencia, siempre haya alguien que pueda asistir, ya sea un familiar, una agencia gubernamental o hasta un vecino”.
Otro factor importante para los adultos mayores es que puedan reconocer cuándo deben dejar el hogar y moverse a un refugio para proteger su vida.
“Hay personas que me han dicho que prefieren morir en su casa antes que dejar sus cosas atrás. Esa reacción casi siempre es consecuencia de una falta de atención hacia esa persona, te lo puedo garantizar. Y eso hay que trabajarlo con tiempo, no cuando ya tienen la tormenta encima. Hay que establecer un diálogo con estas personas para que entiendan que, si ponen de su parte para mantenerse vivas, lo material se repone después. Ellos necesitan esa seguridad de que se les va a ayudar a volver a conseguir esas cosas que son importantes para ellos. Lo importante es trabajar esos planes con tiempo y tranquilidad”, recalca.