El joven italiano, fallecido a los 15 años, será proclamado santo el 7 de septiembre en Roma. Su ejemplo inspira hoy a miles de jóvenes y familias en México y el mundo.
Hay vidas que parecen apresurarse hacia la eternidad, como si estuvieran llamadas a cumplirse en menos tiempo del que imaginamos. Tal fue el caso de Carlo Acutis, un adolescente que murió a los quince años en 2006 y que hoy es reconocido como ejemplo de santidad juvenil. Su testimonio, sencillo y sorprendente, ha despertado admiración en la Iglesia y en fieles de todos los continentes.
Un joven cercano y real
En Asís, donde reposan sus restos en el Santuario de la Expoliación, miles de peregrinos llegan cada año desde distintas partes del mundo. Lo que los une es la experiencia de encontrarse con un muchacho que vivió como cualquiera de su edad, pero que puso su corazón y sus talentos al servicio de Dios.
Carlo no solo fue un estudiante aplicado y amigo fiel, también dedicó tiempo a acompañar a los pobres de Milán y a usar sus conocimientos de informática para difundir los milagros eucarísticos en internet. Lo que más atrae de él no es la imagen de un héroe distante, sino la cercanía de alguien que compartió la misma cultura, los mismos espacios y las mismas dudas que muchos jóvenes de hoy.
Una corriente de fe en México
La devoción hacia Carlo ha encontrado en México un terreno fértil. Desde que llegó su reliquia en 2024, las diócesis han vivido un auténtico despertar espiritual. Jóvenes y familias organizan vigilias, peregrinaciones y encuentros en los que su figura es el centro.
En Monterrey, el campamento “Santos con mochila” reúne a muchachos en oración bajo las estrellas; en Acapulco, la actividad “Una noche con Carlo” mezcla música y adoración; en Ciudad de México, el programa “¿Cómo ganarnos el cielo?” convoca a comunidades enteras en Iztapalapa. Guadalajara celebró el “Carlo Fest” en la Basílica de Zapopan, y en Guanajuato más de 40 mil jóvenes peregrinaron al Cristo Rey del Cubilete, mostrando la fuerza de un movimiento que atraviesa generaciones.
La familia Jiménez Albarrán, custodios de la reliquia en el país, cuenta que en cada lugar se producen signos de esperanza: jóvenes alejados que regresan a la fe, familias que se reencuentran en la oración, enfermos que encuentran consuelo. “Carlo abre puertas y nos recuerda que la santidad es para todos”, afirman.
Preparativos para su canonización
El próximo 7 de septiembre de 2025, Carlo Acutis será canonizado en la Plaza de San Pedro junto a Pier Giorgio Frassati, otro joven laico que vivió intensamente su fe. Ambos serán presentados no como figuras inalcanzables, sino como compañeros de camino que muestran que seguir a Cristo es posible en la vida diaria.
Lo que hoy ocurre en México y en muchos otros países confirma lo esencial, Carlo no es recordado solo como un muchacho que murió joven, sino como un amigo cercano que sigue conduciendo a Cristo a quienes lo descubren. Su canonización será, más que un acto solemne, la celebración de una certeza: la santidad no es un privilegio reservado a pocos, sino una promesa abierta para todo aquel que decida amar sin medida.