Con más de 800 mil adultos mayores y solo 50 geriatras en la isla, expertos piden fortalecer la atención especializada y garantizar un envejecimiento digno y saludable.
Por: Enrique Vázquez Quintana MD
En Puerto Rico al igual que en muchos países del mundo la población de personas mayores de edad está aumentando y la natalidad va disminuyendo. La longevidad del puertorriqueño es alta, la mujer dura en promedio 85.24 años y el hombre 78.22 años. La mujer puertorriqueña dura en promedio 7 años más que el varón. Por eso es que hay más viudas que viudos. Se sabe además que los educados viven más que los no educados y que los casados viven más que los solteros.
Las causas de muerte en Puerto Rico son las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, el Alzheimer, la diabetes y los derrames cerebrales. El puertorriqueño, varón y hembra viven más que los norteamericanos.
El Censo de 2024 reveló que tenemos 801,430 personas mayores de 65 años, esto representa 24.2% de nuestra población. Se informó que 130,000 adultos mayores viven solos. Eso es muy peligroso; si tienen una caída o un derrame cerebral se pierde el tiempo valioso para ser tratado y evitar daño permanente. Aunque se han tomado algunas medidas para proteger a nuestros adultos mayores debemos hacer mucho más. La Ley Núm. 121-2019 conocida como “La Carta de Derechos y la Política Pública del Gobierno a favor de los Adultos Mayores, anteriormente conocidas como personas de edad avanzada busca proteger y promover el bienestar de las personas adultas mayores, garantizando sus derechos y promoviendo un envejecimiento activo y saludable.
Nuestra población de adultos mayores tienen la necesidad de que se construya un hospital geriátrico en Puerto Rico. Un hospital geriátrico es un centro de salud que se dedica a brindar servicios de rehabilitación y terapia a personas mayores para promover la vida independiente en la comunidad. Ofrece atención multidisciplinaria para abordar una amplia gama de afecciones y discapacidades específicas de las personas mayores.
Los accidentes de automóvil y del trabajo se pueden prevenir, pero el envejecimiento es una bendición y todo ser humano desea tener una larga vida. Mientras se logra esa meta se debe recomendar que todos los hospitales del país tengan una Sección Geriátrica de 10-15 camas para brindarle el tratamiento que merece recibir esa población de adultos mayores que le proveyeron sus mejores servicios a nuestro país. Esos hospitales deben proveer servicios ambulatorios multidisciplinarios para atender a las personas de mayor edad que no requieran admisión al hospital. Pero en Puerto Rico tenemos solo 50 geriatras. En el corto plazo se deberán proveer cursos de educación continua a los médicos internistas que laboran en los hospitales. A plazo intermedio compete a las escuelas de medicina, comenzando por la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico crear un programa de Residencia en Geriatría. De esa forma se mejoran los conocimientos médicos en esa disciplina que tanto se necesita para tratar y mejorar la salud de nuestros adultos mayores. Estimo que nadie se debe oponer a la construcción de un Hospital Geriátrico pues todos llegaremos a ser ciudadanos de mayor edad. La alternativa es morirse siendo joven. Toda persona posee un componente genético que lo expone a ciertas enfermedades. Si su herencia genética es saludable usted llegará a una edad avanzada. Pero mejorar esa posibilidad debe seguir estas recomendaciones: no fumar, no beber alcohol, no usar drogas, hacer ejercicio, conozca el funcionamiento de su cuerpo, consulte a su médico cuando detecte algo anormal en su cuerpo, trate de vivir una vida balanceada—trabajo, familia, salud y tiempo libre. Las personas que llegan a tener una gran longevidad muchos invariablemente fallecen de cáncer.
Buena salud y muchos años de vida.