El cantautor argentino-venezolano define este nuevo tour como “una renovación de votos” y planea más de 120 conciertos por América Latina, Estados Unidos y Europa.
Ricardo Montaner, con una carrera que abarca más de 40 años, se alista para una de las etapas más ambiciosas de su trayectoria. Su gira El Último Regreso World Tour arrancará el 21 de febrero de 2026 en Buenos Aires y recorrerá luego una extensa ruta que incluye múltiples países de América Latina, Estados Unidos y Europa. “Este tour no es solo un regreso, es una renovación de votos”, declaró Montaner en una charla con Billboard Español.
A sus 68 años, el intérprete entrena como si estuviera por correr un maratón. “Acabo de firmar quizá uno de los tours más largos de mi carrera, con más de 120 presentaciones”, afirma. Su compromiso físico y vocal está al nivel de la magnitud del proyecto.
El nombre de esta etapa no es casual: coincide con el lanzamiento de su sencillo “El Último Regreso”, estrenado el 6 de noviembre bajo su sello Hecho A Mano Music. La canción llegó en dos versiones —balada pop y mariachi pop—, y funciona como himno del tour. Montaner expresó: “Un día me detuve… pero ya no puedo más. Los espero en el tour El Último Regreso”.
El recorrido se inicia en Argentina (Buenos Aires y Córdoba) y seguirá por Uruguay, Paraguay, Costa Rica, Colombia y un tramo importante en México, donde ofrecerá más de una decena de shows entre abril y mayo. “México es el país donde más he trabajado y, para recorrerlo, hay que presentarse más de 15 ocasiones”, explicó. Después, la gira seguirá por Ecuador, Perú y Chile. En agosto y septiembre se instalará en EE.UU., con paradas en ciudades clave, antes de cruzar al viejo continente con fechas en España, Francia e Italia.
Más que una serie de conciertos, este tour pretende ser una experiencia integral que repase su legado y conecte con el público que lo acompaña desde siempre. Para ello, Montaner incluirá bloques de medley de 25 minutos con sus grandes éxitos —Tan Enamorados, Me Va a Extrañar, La Cima del Cielo, entre otros—. “Quiero que todos los que vayan sientan que les canté su canción y no se vayan decepcionados porque no canté una u otra”, dijo con convicción.
Simultáneamente, Montaner trabaja en el lanzamiento de dos nuevos álbumes para 2026: uno con material original —baladas pop y múltiples géneros—, y otro de duetos donde regraba éxitos junto a colegas destacados. “Me encanta lo de regrabar mis primeros discos, de poder compartir con los jóvenes lo que fue la base fundamental de toda mi carrera”, confesó. Esta estrategia aborda no solo la renovación creativa, sino también la conexión intergeneracional.
El título “El Último Regreso” puede interpretarse como un adiós, pero Montaner aclara que su concepto es otro: “La palabra descanso o retiro no está en mi cabeza. Soy un muchacho apenas.” Se busca cerrar un ciclo con una declaración de fuerza y abrir otro con energía renovada.
Con más de 25 álbumes de estudio, ventas que superan los 25 millones de copias y reconocimientos como el Latin Grammy a la Excelencia Musical (2016) o el Latin AMA Legacy Award (2024), Montaner llega a esta nueva fase con plena legitimidad. La combinación de legado, espectáculo global y nuevos lanzamientos lo posiciona tanto como artista de referencia como también en modo de reinvención.
El desafío es mayúsculo: sostener la voz, la presencia escénica y la frescura creativa durante una gira que durará cerca de 18 meses y contará con más de 120 funciones exige disciplina. Montaner lo asume con seriedad: entrenamiento físico, vocalización constante y lectura clara del escenario global actual.
La gira ofrece múltiples ángulos para abordar: desde la construcción visual del espectáculo, la estrategia de catálogo (nuevo álbum + álbum de duetos), la conexión entre generaciones de oyentes, hasta la presencia en mercados de América Latina, EE.UU. y Europa. También pone sobre la mesa el papel del artista veterano que no se retira, sino que se reinventa.
Ricardo Montaner está lanzando algo mucho más que una gira; plantea una experiencia mayor, una renovación artística que convoca a su público a un reencuentro. El Último Regreso no es el final de una carrera; es el inicio de una nueva fase donde la experiencia acumulada se mezcla con la ilusión de lo nuevo y con la firmeza de quien sabe que aún tiene mucho que dar.
